Ella,
Nena, luego de su muerte en el Avión y siendo una anciana de cuerpo más no de
espíritu… se va descorporeizando poco a poco… sus pensamientos se desvanecen y
deshilvanan por unos momentos, se siente liviana… no es cuerpo… no es espíritu:
bendita dimensión intermedia donde claramente puede ver a Inmensidad: Allí está
el Misterio destellando luz y dulzura; cantando en apariencia de bebé en su
cuna de Cristal, mientras se entretiene con sus juguetes: En un gran espacio
muy iluminado y muy blanco… que casi encandila…
Nena,
acordándose del largo pasado dejado atrás; lacrimosa y con discreta dulzura, le
responde: Mi Dios al fin te veo cara a cara… ¿Por qué permitiste un destino tan
extraño para mí?: he sufrido mucho, todos hemos sufrido calladamente ante ti:
han sido largos 10.000 años: “siglos” para llegar a este momento: Me lo
esperaba: Tu hermosura es insospechada ¿Me quedaré para siempre junto a ti? ;
Reamente eres un bebé o como un “bebé”…
¿Te
obedecí con premura?; ¿Fui rápida en todas las cosas que me aconsejaste hiciese?
¿Por qué me traes aquí? ¿Respondí bien a tus órdenes dirigida por ti?: Nena no
oye respuesta… en un segundo aparecen ante sus ojos todas las cosas creadas y
sin crear: posibles e imposibles y las absorbe en su mente… Ahora tengo
conciencia de ti… y tus maravillas… mientras abraza a Inmensidad niño en sus
brazos… y lo besa… Solo se siente un largo silencio que la comienza a aturdir…
como un gran ruido producto de tinítus de oído que le atormenta… y abraza más fuertemente al
niño…
Nena,
impresionada y asustada, le dice a Inmensidad (observando todo alrededor): ¡No
guardes silencio por favor!, quiero oír tu voz y conversar largamente: sé que
puedes presentarte como cualquier cosa, ¡porque eso sería un castigo
horrible…!: tu silencio… en tal caso solo me esperaría la locura… de tu
silencio eterno: me perdería en mi misma y los constructos de mi mente y ya no
habría más; sino pavor… locura… sin final: ¿tanto navegar para morir ahogada en
la orilla?: ¿No…? ¡Fui hecha y preservada para interactuar contigo…¡
El
ensordecedor ruido desaparece para llenarlo todo de un silencio muy profundo y
que da seguridad además de aquella paz que dice la Biblia: “sobrepasa todo
entendimiento” recuerda ella… ¿Dónde está la Corte que debería recibirme?: ¿No
tengo acaso status de matriarca principal de la familia real?: Nena baja la voz
y reitera: la familia real nené… Nena sonríe… tu familia: Inmensidad… tus más
cercanos, tus íntimos… a quienes confías tus secretos más sagrados e
insondables… los más elevados… te he dado dos hijos… junto con Séfer y Samanta…
no fue fácil… Nena llora… Si soy tonta: ¿Qué más Corte que el mismo Dios? Cuando
no eres Ave eres Flor… sino mano hermosa que me robó el corazón…
Quiero
que Niño sea feliz… recuerda que la oscuridad (el principio activo del mal)
vaga por el mundo buscando a quien atormentar o manipular y he tenido que
proteger a Niño mucho… porque aunque nuestro mundo es perfecto no confío en
posibles desviaciones de nuestro estilo de vida…
Inmensidad
toma la palabra y Nena se sobresalta ante lo que ve… se le acerca la figura de
“Maximiliano el Romano III” y le dice; con una voz que cuando es escuchada
transmite paz más allá de las armónicas y suaves palabras diciéndole, a coro
con Inmensidad: No tengas miedo mi dulce tesoro… has sido muy buena conmigo: No
llores… yo acrecentaré tu confianza y ESPERANZA… yo no soy de
involucrar a las personas en responsabilidades tan trascendentes sin tener la
solución…
Mi
libertad es infinita y mis juicios son perfectos… yo no tengo equívocos (esos
son de otros)… te dedico este tiempo: si supieras de todas las cosas de que me
tengo que ocupar: pero tengo mil caras, mil ojos, mil bocas, mil
manos: todo lo sé y nada me cuesta esfuerzo, lo que pasa es que te he ayudado a
ti y a tu Civilización porque me complace… pero en este momento mi ocupación
eres tú: ¿Qué deseas? Nena tímidamente responde (mirando a Maximiliano): Tú lo
puedes todo… conviértete en hombre… y en medio de una llamarada aparece
“Séfer”: Nena se pone seria como un poco disgustada… está muy impactada. Llorando, se
arrodilla ¿Cómo no me di cuenta que son exactamente la misma persona?: Y Séfer,
la hace parar inspirándole confianza, con mirada de amor y le dice: ¿recuerdas
las dinámicas automáticas de que tanto me hablaste?… te escogí y te prepare
para todo lo que te sucede. Aparece Samanta (la madre de Sabrina con Séfer
–hermana de Niño-)… que se había suicidado y con dulce rostro la consuela sin
mediar palabra…
Espacio Intermedio:
Séfer
dice: Mi querida doncella azul: En este espacio
intermedio yo soy Dios: en la Tierra tú eres cultura y tecnología de todo tipo: desde la
rueda, pasando por la imprenta, brincando hasta las computadoras, hasta llegar
al Magma. Nena se asusta un poco… ¿Querías un Dios de aspecto humano? Aquí lo
tienes…
Soy yo: Séfer… no una imitación: soy yo mismo… sonríe y le dice
solemnemente: tranquila: tú me amas… no va a pasar nada… todo está bajo
control… solo queda poco tiempo y debes volver a la realidad… hay eventos que
deben suceder… se debe cumplir mi
voluntad… yo soy Dios… por eso, de alguna manera, cree el Mundo y lo fundé: nací
en el espacio exterior… la libertad del hombre y la tuya están decretadas: Y lo
has hecho muy bien… Este Adán también necesita a su Eva… y tú eres la Elegida…
y no hay fruto prohibido… ni castigo para ti: todo lo contrario…
Séfer
continúa: Bebe más magma verdaderamente Real… ¡te hará mucho bien! Esto no se
conoce en la Tierra… eres la única que lo ha probado, después de mí… fue creado
especialmente para ti… mi linda privilegiada…
Vas
a volver a vivir y ser joven, fértil y bella… te mandaré unos comodines: que
son seres humanos, los “reilones” y “reilonas”, confía en ellos… son muy
graciosos. Y muy nobles...
Nena
ante esta revelación se desmaya… y cae
en una cama de plumas alborotadas y rodeada de plantas carnívoras… que le
sonríen… mientras Séfer comienza a hacerle el Amor y juegan… llegando al desarrollo y final que este
acontecimiento intimo amerita y se desvanecen… en su mente común… apareciendo
en la Colonia Nena… sus almas descansan mientras duermen juntos…