Mientras
comen, Séfer le lee esta reflexión a Nena: Me dijo una voz al oído: me
estoy convirtiendo en hombre... Pensé
esto con relación al encanecimiento agresivo de mis cabellos y de mi barba en
los últimos días.
¿Lo habré dicho por mí mismo o me lo dijo alguien o algo, que fuera de
mí, me está poseyendo y se está materializando por mi medio?, ¿Será Inmensidad
o una
simple traición del subconsciente? ; ¿Serán las canas producto de tanta presión?
Ser
Dios implica el manejo no solamente del bien, sino también del mal, es al
hombre y a otras creaturas a quien les está prohibido el mal, pero no a Dios : “es como uno de nosotros...”
Empresa
harto delicada de desarrollar con éxito, para ser impecable en su ejecución (la del bien y del mal), por ello muchas
veces me manejo entre tantos “supongo” o retiro prudentemente de la mesa
juicios apresurados sobre todo por falta de una omnisciencia
adecuada en ciertos temas.
Y mirando
al Cielo dice: por aquello de querer especular, a lo mejor, tú Inmensidad,
todavía no eres totalmente hombre, ni yo tampoco soy totalmente Inmensidad. Pero supongo que estamos en ese duro proceso
de fusión que todavía estoy asimilando, y que deseo que se cumpla con mucho
placer. Si he hallado la gracia
necesaria y perfecta para que el Dios verdadero, el Dios Inmensísimo: el
Varón de PAZ, oiga mi gemir y mi necesidad para que
se haga hombre en mí... acepto el desafío: solamente una cosa pide mi alma, que
llenes mi mente de ti todos los momentos de mi vida, porque no tenerte, aunque
sea durante un segundo, significa: vacío, tristeza y muerte, que empañan mi
alma y la hacen hundirse en tristeza muy profunda...; solamente tú Inmensidad
puedes
propiciar la señal... a cabalidad...
Y así
cuando la plenitud del bien, el mal y mucho más allá, o sea, de Inmensidad y todo
aquello que podamos imaginar, habite en mi vida con todo su furor, seré
libre y podré cohabitar con Inmensidad en un escenario de carne y
hueso, escogiendo y desechando, no importará si viva o muera, si me pudra o descorporeice
, ya
todo será igual... porque ésta ha sido la manera como he interpretado
libremente mi relación con Inmensidad: con pruebas indubitables, Él no me
dejará desasistido... porque ya no necesitaré mentores que me digan qué hacer
con mi soberana existencia y con el destino del universo...
Nena
solo le dice: ¿Cuál será esa señal Séfer? No lo sé… Si Inmensidad nos puso en
este aprieto es para triunfar. De ahora en adelante cuando durmamos estaremos
en estado intermedio constantemente, a nivel onírico pasarán muchas cosas que
no son fantasía… Nena piensa: Yo debo dar la señal, siempre debo llevar el
Magma Madre conmigo…